Autoridades sanitarias francesas revelaron que las condiciones de sanidad del río Sena no eran aptas el pasado 17 de julio, día en que la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo, eligió para darse un chapuzón y demostrar que sí se podían llevar a cabo algunas pruebas deportivas de los Juegos Olímpicos en este importante afluente que cruza la Ciudad Luz.
Es preciso mencionar que todos los días se toman muestras para controlar los niveles de las dos bacterias (escherichia coli y enterococos) que sirven para evaluar el nivel de limpieza del agua.
Y los resultados demostraron que ese día la concentración de bacterias E. coli era de 985 UFC (unidades) por cada 100 mililitros cuando el tope que habían fijado las autoridades en 2023 era de 900. En otro tramo del río, los niveles llegaban a 1.017 UFC por 100 mililitros.
Medios locales aseguran que la alcaldesa había retrasado por varias semanas su “zambullida” en el Sena, precisamente, debido a los altos niveles de contaminación en el río, pese a los mil 400 millones de euros que han invertido desde 2016 en la sanidad de éste.
Se prevé que el río Sena sea el lugar donde el 30 y 31 de julio se lleve a cabo la competencia de natación del triatlón, el 5 de agosto el relevo mixto, así como los maratones de aguas abiertas femenino y masculino del 31 y el 5 de agosto.