Por David Uscanga
Un equipo de investigadores ha encontrado al topo dorado de De Winton (Cryptochloris wintoni) en las dunas de arena de Sudáfrica, una especie que se creía extinta desde 1936. Utilizando la innovadora técnica de eDNA (ADN ambiental), los científicos recolectaron células de la piel de estos topos ciegos mientras se desplazaban por las dunas, llevando a cabo su vida en la oscuridad. Este descubrimiento resalta cómo la naturaleza continúa maravillándonos y cómo la ciencia puede desempeñar un papel crucial en la preservación de especies en peligro de extinción.
El topo dorado de De Winton es un ejemplo extraordinario de adaptación, pues aunque carece de ojos, ha desarrollado una audición excepcional que le permite navegar con destreza por su entorno. Su pelaje iridiscente, que refleja los rayos del sol en las dunas, proporciona camuflaje contra los depredadores, destacando la sorprendente ingeniería evolutiva de esta especie. La técnica de eDNA ha sido fundamental para su redescubrimiento, resaltando la importancia de la ciencia en la conservación y exploración de la biodiversidad.
La noticia ha generado un gran entusiasmo entre la comunidad científica y los amantes de la naturaleza. El topo dorado de De Winton se suma a la lista de especies “resucitadas” gracias a la tecnología y el compromiso de los investigadores. Su historia nos inspira a continuar explorando y protegiendo nuestro planeta, recordándonos que la vida persiste incluso en los lugares más inesperados y desafiantes.