Continuamos con la serie de reflexiones dedicadas a nuestra persona y en esta ocasión haremos un compromiso con nosotros mismos, quizás éste debería ser el compromiso más grande de tu existencia, para alcanzar la plenitud de tu vida, viviendo con la satisfacción de conseguir tus logros y metas, paso a paso, día a día, por el resto de tu vida.
Si bien, ya comentamos la importancia del fortalecimiento del amor propio, y la práctica del auto-perdón, partiendo de la premisa de que para amar a los demás, primero debes amarte a ti mismo, porque no se puede dar lo que no se tiene; al igual que el perdón: no puedes perdonar a los demás, si antes no te perdonas a ti mismo.
Ahora te exhorto a hacer un compromiso, un pacto contigo mismo, partiendo de los valores, tus valores; como dice el autor Brian Tracy, la confianza inquebrantable en ti mismo, proviene del compromiso también inquebrantable con tus valores; y nos hace la recomendación de fortalecernos mentalmente, cuidando de nuestros pensamientos, que no demos lugar a los negativos, sino por el contrario que cultivemos nuestra mente con pensamientos positivos hacia nosotros mismos, ya que de esa manera, alimentaremos nuestra alma, para convertirnos en aquella persona en la que hemos soñado ser; debemos encausar nuestros procesos mentales para que éstos tengan la influencia, el poder y la intensidad en nuestra actitud y comportamiento.
Y el mismo autor Brian Tracy, asegura que en la medida que repitas esos pensamientos sobre la persona que quieres ser, con las cualidades que te gustaría tener, más los vas a implantar en lo profundo de tu subconsciente, logrando que se conviertan en parte de tu evolución actual, transformando tu carácter y personalidad, completando con el tiempo el proceso de autoconstrucción de la persona que eres y que quieres ser.
Hace algunos años mi hija Romina, me regaló un libro muy bueno, sencillo y corto que se titula: G.P.S. Guía Práctica para tus Sueños, del autor Lucas Mateo Pereira, donde dice que muchas veces no alcanzamos a realizarnos como personas, porque inventamos excusas, nos ponemos límites, creamos “trampas mentales”, que nos llevan a pensar: “no sirvo para esto”, “esto es lo que me tocó vivir”, “lo dejo para después”.
Dice Lucas Mateo, que para alcanzar nuestros sueños, debemos empezar por creer en nosotros mismos, que no necesitamos de un tercero que nos aliente o facilite el camino y yo agregaría, que el principio de nuestros éxitos debe ser el compromiso con uno mismo, de crecer en el conocimiento todos los días, de ser paciente con uno mismo, viviendo un día a la vez, explotando tus capacidades, tus talentos, buscando mejorarlos y disfrutar el proceso de crecimiento, yendo a tu ritmo, a tu tiempo.
Dios nos exhorta a no claudicar, al mismo tiempo que nos hace una promesa hermosa, poderosa en el libro de Josué 1:9: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
Comprométete contigo mismo, ocupa tu mente en tu propio crecimiento, se positivo y no te distraigas en cosas negativas o triviales, no desperdicies el poco y valiosísimo tiempo en banalidades, no te enganches en las redes sociales, no des paso al ocio; por último, sé paciente contigo mismo, no claudiques en el intento, no bajes la guardia como me decía mi esposa cuando me veía atribulado. Hazlo hoy mismo, porque hoy es el mejor día para empezar, para continuar, porque hoy haz tomado la decisión de hacerlo, haz hecho el mejor de los pactos. Dios es un Dios de pactos, confía en Él y comprométete contigo mismo.