“Después de un fracaso, los planes mejor elaborados parecen absurdos.” – Fiódor Dostoievski.
El inminente colapso de los Servicios de Salud del Gobierno Federal traerá consigo las crónicas de los muchos hechos que lo llevaron hasta ese punto, razones se habrán de esgrimir muchas, realidades solo una, la muerte de personas por la falta de medicamentos, tratamientos, operaciones es en los hechos la única realidad válida.
La reciente desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) el cual se erigió como un organismo descentralizado sectorizado a la Secretaría de Salud que buscó tener como finalidad el proveer servicios de salud a las personas no derechohabientes a ninguna institución del Sistema Nacional de Salud, principalmente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) confirma el hecho de que desde su origen y conformación el organismo no contemplaba escenarios de crisis o pandémicos que pudieran llevarlo al colapso y por consecuencia a su desaparición.
Por el contrario, sus principales promotores, continúan defendiendo y argumentando razones demagógicas que solo confirman que la intencionalidad de su operación obedeció más a la de saquear sus recursos y nada más.
Nunca primo en su sentido de conformación el universalizar los servicios médicos, mucho menos garantizar la atención a la población en general, pues en los hechos, los muertos que la pandemia trajo consigo se debían morir porque pues ese era su destino, al menos así pareciera ser la justificación que entre demagogia pura apunta y da la diputada federal por Morena, Angelica Ivonne Cisneros Luján en entrevista.
Ella afirma que el INSABI no es que naciera muerto, es que se le atravesó una pandemia y pues no estaba preparado para hacerle frente. La legisladora minimizó la nula operación del Instituto durante la pandemia del COVID-19. Debido a esto, la población no fue bien atendida, afirmó.
El INSABI no soportó las atenciones que debieron brindar en la pandemia, lo que provocó su declive. En exclusiva informó que el plan original no contemplaba una emergencia sanitaria como la que se vivió con la COVID-19, situación que hace inviable sostener un sistema semejante. https://eldemocrata.com/la-
Y nos cuestionamos ¿acaso el INSABI no debía estar diseñado para aguantar cualquier tipo de pandemia o crisis sanitaria? Entonces para que desaparecer lo que medianamente funcionaba como afirmaron al extinguir al famoso Seguro Popular.
En los hechos el INSABI fue creado para echar mano a los fondos que se tenían destinados al Seguro Popular, estamos hablando de una friolera cantidad de 770 mil millones de pesos, que nadie supo, nadie sabe a dónde fueron a parar.
En una reciente entrevista con el Diario El Universal el doctor y diputado federal del PAN, Éctor Jaime Ramírez Barba aseguró que el proyecto para la creación del IMSS Bienestar “está plagado de errores que, sin duda, conducirán a un aumento en el dolor, sufrimiento y muertes de los mexicanos. https://www.eluniversal.com.
“La negligencia cuasi criminal con la que han manejado la pandemia, los medicamentos, las vacunas y los insumos ha generado mayor pobreza en la población y una carga más pesada de enfermedades que recae sobre sus bolsillos y sus vidas”, señaló el legislador panista.
Es evidente que los servicios de salud en México distan mucho de estar siquiera cerca de los que se brindan en Dinamarca como juró y prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador, ¿qué les queda a los mexicanos esperar? Sería la pregunta, que termine el actual régimen y se intente recomponer la operación del mismo o simplemente rogarle al creador no caer en ningún hospital público para evitar formar parte de la estadística de muertes por la falta de atención y buena operación del sector salud.
¡Usted saque su mejor conclusión!
Al tiempo.
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