Por séptimo mes consecutivo, Estados Unidos presentó una ralentización de su crecimiento económico durante enero, al registrar una inflación del 6.4 %.
Recordando que diversos analistas esperaban un número porcentual del 6.2, cuando la inflación de diciembre se ubicó en el 6.5 %, lo que prevé una alza en las tasas de interés.
“La inflación estuvo por encima de la expectativa del mercado de 6.2%, lo que podría generar especulación sobre la tasa terminal de política monetaria de la Fed”, expresó Gabriela Siller, directora del Análisis Económico y Financiero de Banco BASE.
Este incremento se derivó, principalmente, en el alza de precios de la gasolina a consecuencia de la invasión rusa a Ucrania, y por la demanda que han tenido otras potencias mundiales como China.
Tomando en cuenta al índice de Precios al Consumidor (IPC), este se elevó, pero se redujeron las contribuciones de transporte y alimentos, lo que pone en tela de juicio si el Sistema de la Reserva Federal tomará acciones para elevar sus tasas de interés.