Algunos de los ex militares colombianos implicados en el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, recibieron entrenamiento en Estados Unidos cuando formaban parte del ejército de Colombia, confirmó el Pentágono. Horas después, el mandatario estadunidense, Joe Biden, descartó enviar tropas a la nación caribeña como lo solicitaron sus autoridades.
Moïse fue torturado y asesinado en su residencia por un comando integrado por dos estadunidenses de origen haitiano y 26 colombianos, muchos de ellos militares retirados, el pasado día 7.
El vocero del Pentágono, Jonathan R. Hoffman, señaló que “una revisión de nuestras bases de datos de entrenamiento indica que un pequeño número de los colombianos detenidos participaron en programas de educación militar en Estados Unidos” cuando estaban activos en el ejército de su país”, informó el Washington Post.
Biden indicó que el envío de tropas estadunidenses a Haití, no está “en la agenda” por ahora. “Sólo enviamos marines a nuestra embajada por seguridad”.
El general Jorge Vargas, jefe de la policía colombiana, afirmó que algunos mercenarios que participaron en el magnicidio aseguraron haber sido contratados para arrestar al mandatario y entregarlo a la agencia antidrogas estadunidense DEA.
Sobre esto, el presidente colombiano, Iván Duque, comentó: “parece que dentro del grupo había personas que habían recibido instrucciones distintas, pero seamos francos: independientemente del nivel de conocimiento que se tuviera, lo que queda en evidencia es que hay una participación de todo ese grupo en el magnicidio”.
Vargas informó que uno de esos ex militares, Germán Rivera, detenido en Haití, recibió 50 mil dólares desde Estados Unidos por planear el magnicidio, aunque desconoce quién los aportó.
Vargas comentó en rueda de prensa que Rivera, junto con el también militar retirado Duberney Capador –uno de los colombianos abatidos en Haití– y otra persona aún no identificada, viajaron en mayo a la nación caribeña, donde se reunieron con Christian Emmanuel Sanon, médico haitiano aprehendido y señalado por las autoridades como el autor intelectual del crimen.
Además de Sanon, se tienen registradas reuniones con James Solages, haitiano-estadunidense, quien se entregó a la policía.
“Germán Rivera ha tenido contacto con 12 personas en Haití, toda la información técnica ya la tienen las autoridades locales, y Capador también tuvo contacto con 10 personas en Haití”, precisó Vargas.
Las reuniones fueron en una casa alquilada cerca de un sector de embajadas en Puerto Príncipe.
Vargas agregó: “al principio era una supuesta operación de arresto del presidente de Haití”, según declaraciones de algunos detenidos, y añadió que Rivera y Capador “fueron las personas que, de acuerdo con la información que está manejando Haití, planearon la supuesta operación de arresto” para lo cual irrumpieron en la casa del presidente.
Reiteró los vínculos entre Rivera y Capador con la empresa de seguridad privada CTU Security registrada como Counter Terrorist Unit Federal Academy LLC, con sede en Miami, y dirigida por el opositor venezolano Antonio Enmanuel Intriago Valera, y que supuestamente fue la encargada del reclutamiento de los mercenarios.
El New York Times informó que el jefe de seguridad de la residencia del presidente haitiano, Dimitri Herard, está bajo arresto.
(Nota de La Jormada)