A lo largo de 13 mil kilómetros y un océano, el ambicioso megaproyecto chino para construir un tren submarino que conecte con EEUU ha sido descrito como “perfectamente factible”.

China tiene la intención de construir un megaproyecto fuera de serie, con el fin de conectar el país con Estados Unidos, de manera que un tren submarino atraviese 13 mil kilómetros, del Estrecho de Bering hasta Alaska. En una segunda fase, se plantea que recorra las montañas y formaciones rocosas de Yukon, en Canadá, y alcance la Columbia Británica.

200 mil millones de dólares para un tren submarino

tren submarino
Foto: Getty Images

Inicialmente, de acuerdo con la cobertura de IFLScience, se estima que el tren submarino que conecte Asia con América cueste 200 mil millones de dólares. El presupuesto viene desde 2014, cuando diversos medios de comunicación destacaron el diseño de la línea China-Rusia-Canadá-Estados Unidos.

A lo largo de cuatro países, la idea principal era traer derrama económica, turística y comercial en un túnel cuatro veces más grande que el Canal de la Mancha. Los avances tecnológicos necesarios ya se están negociando entre China y Rusia, que tienen la seguridad de que el megaproyecto puede arrancar pronto.

Aunque de entrada pueda parecer exorbitante, los ingenieros chinos la han calificado como “perfectamente factible” ante los medios de comunicación locales. A final de cuentas, no es el primer tren submarino que el país construye. Por el contrario, en 2018 lograron terminar con éxito un tren bala debajo del mar, con un tramo total de 77 kilómetros de ferrocarril.

¿Qué se opina al respecto del otro lado del mar?

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Foto: Getty Images

Estados Unidos parece haberse retrasado en los esfuerzos para empezar a construir el proyecto. Aunque los países asiáticos involucrados buscan arrancar pronto, el continente americano ha tenido más problemas para obtener luz verde. Los críticos del tren submarino aseguran que los medios de transporte aéreos y marítimos ya existentes pueden cumplir con esta función, sin la necesidad de impactar de una manera tan invasiva el mar.

Además de ser más baratos, eliminan la posibilidad de llevar a cabo operaciones tan complejas. Consecuentemente, las superpotencias mundiales están generando tensiones entre sí, que anteriormente no existían en este terreno. En últimas, éste podría ser el megaproyecto más costoso de la historia mundial. Las revalorizaciones sobre el mismo son, al menos, pertinentes.

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