Vía telefónica, desde San Ángel, donde el artista tiene un taller en donde busca impulsar a jóvenes muralistas, replicó:
“Lanzan una convocatoria donde creen que llamar a pintar un muro de hasta 100 metros cuadrados en unidades es muralismo, y no, están confundiendo, no somos Brasil, no podemos hacer de nuestras colonias favelas, lo que se necesita es que se devuelva la dignidad que por años nos han robado. Además, dicen que otorgarán ‘hasta 70 mil pesos’ por trabajo, y al parecer no saben ni siquiera el tipo de materiales o costos que se requieren para preparar un mural, sin contar que se debe contar con conocimientos de técnica, temática, didáctica, épica, arquitectura, cinematografía”.
“Es un engaño para los jóvenes, porque ser muralista viene con una concepción, ‘paredistas’ hay muchos. Sería mucho más valioso lanzar talleres de formación para jóvenes con muralistas-guía para hacer énfasis en la identidad nacional, y de ahí formar verdaderos artistas. Yo comulgo con la 4T (Cuarta Transformación), pero las cosas que hacen para lucir en términos populistas no funcionan”.
A su vez, el Movimiento de Muralistas Mexicanos, que en marzo pasado realizó actividades virtuales por los 100 años del muralismo nacional, criticó a través de un comunicado que el gobierno actuara sin consultar a la comunidad artística “en una nueva convocatoria que sigue poniendo a competir a los artistas plásticos, por migajas presupuestales…”.
Además de coincidir con Otero al confundir al muralismo:
“Ahora, la convocatoria excluye al muralismo y dentro de la conceptualización de ‘intervención artística’ pretenden ser ‘incluyentes’ y lavarse las manos de la importancia del muralismo y el fomento de esta disciplina en el espacio público.
“Decir ‘intervención artística’ es tan ambiguo que cualquier acción sobre un muro puede ser ‘artístico’, por ejemplo: escupir en un muro u orinarse en él, desde el punto de vista conceptual o desde un acto performático también es una intervención artística….
“Y volvemos a repetir, para que quede claro: los montos para cada ‘intervención’ son insuficientes, generan y ponen de manifiesto la falta de valoración del trabajo de los artistas; violan derechos laborales y precarizan al artista; cuestionan la inteligencia y las necesidades de la ciudadanía y el derecho que ésta tiene a obras de calidad y dignas de su espacio público; vulneran el artículo 4o. Constitucional sobre el derecho a la Cultura y siguen simulando con una política cultural errada y clientelar”.
El MMM culmina solicitando que se reestructure la convocatoria para que se cumplan los mandatos de la constitución en derechos laborales, culturales y humanos.