Durante la conferencia matutina del día miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que su gobierno llegó a un acuerdo con Braskem-Idesa, filial de la constructora brasileña Odebrecht, sobre el suministro de gas etano para la planta Etileno XXI, para que se repare el daño causado a la Hacienda Pública y se regresen los fondos.
El anuncio sorprendió a propios y extraños, pues la empresa Odebrecht esta cubierta por el manto de la sospecha de corrupción en por lo menos doce países, incluido México, donde se encuentra bajo proceso el ex-director de Pemex, Emilio Lozoya, y en el cual están bajo sospecha varios ex-funcionarios públicos, incluido el ex-presidente Enrique Peña Nieto.
Como preámbulo al acuerdo que este miércoles anuncio el presidente mexicano, cabe mencionar que Odebrecht ganó su fama internacional por ser la décima empresa de la construcción más grande del mundo, con 181,000 empleados en 23 países, y era un orgullo nacional para Brasil.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, cada dólar “invertido” en sobornos representó 12 dólares en contratos para Odebrecht.
De acuerdo a la información que se conoce, esta empresa brasileña y su subsidiaria petroquímica Braskem, han pagado 1,104 billones de dólares en sobornos en doce países como Brasil, Angola, Argentina, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela.
Mientras que Odebrecht y Braskem acordaron pagar una multa de 2,6 billones de dólares para resolver acusaciones con las autoridades de Brasil, Estados Unidos y Suiza, así como 59 millones de dólares a Panamá y 189 millones a República Dominicana, en Brasil la negociación propició que setenta y siete ejecutivos presentarán más de 900 declaraciones juradas sobre 415 funcionarios de gobierno a quienes se les imputo haber recibido sobornos de parte de la transnacional.
“Se llegó a un acuerdo con la famosa empresa y sus socios Odebrecht. Si saben de esta empresa ¿no? Es famosa porque sobornaba en países y llevó a la cárcel ese procedimiento, esas irregularidades, a presidentes de naciones y a funcionarios del más alto nivel”, puntualizó López Obrador.
Pemex y Braskem, filial de Odrebecht, alcanzaron un acuerdo para modificar el contrato de suministro de gas etano a la planta de Etileno XXI, con lo que la empresa pagará el precio internacional de referencia y no un precio preferencial, a la par que reduce el suministro obligatorio a un volumen que la petrolera mexicana sí pueda cumplir.
“Que se repare el daño. Por eso hemos revisado contratos, que consideramos leoninos, que se firmaron para que particulares nacionales y extranjeros hicieran jugosos negocios al amparo del poder público, a costa del presupuesto, que es dinero del pueblo”, recalcó.