El factor genético parece jugar un papel clave en el desarrollo de una infección por Covid-19 grave o sintomatología muy leve.
Un nuevo factor a considerar se ha introducido en el panorama de las infecciones por conoravirus. Además de la condición general de salud del paciente en cuestión y sus enfermedades crónicas, diversos estudios sugieren que el factor genético influye poderosamente en el desarrollo de Covid-19 grave o bien, en una manifestación asintomática o con síntomas leves.
Un condicionamiento genético
Una serie de estudios recientes han dado luz sobre la manera en la que el ADN de los pacientes enfermos determinan qué tan fácil o difícil les será sobrellevar la enfermedad a partir de la herencia genética con la que cargan y cómo esta influye en su respuesta inmune.
Según un equipo de científicos del Okinawa Institute of Science and Technology (OIST), un grupo de genes heredados de los neandertales y alojados en el par de cromosomas 12, disminuyen hasta 20 % el riesgo de sufrir Covid-19 grave.
El estudio revela que esta variante genética fue transmitida a los humanos modernos hace aproximadamente 60 mil años, en una etapa de intensa hibridación ente neandertales y Sapiens, quienes llegaron a reproducirse con frecuencia y tener hijos una vez que nuestra especie salió de África hacia Eurasia.
Los investigadores consideran que esta variante se expandió entre los humanos primitivos durante la Edad de Hielo y está presente en casi la mitad de la población mundial, a excepción de África.
El resultado del estudio resulta contradictorio respecto a una investigación publicada en septiembre de 2020 por el Instituto de Antropología Evolucionaria Max Planck en Liepzig, que llegó a la conclusión de que un segmento de ADN ubicado en el cromosoma 3 y heredado directamente de los neandertales era un factor principal de riesgo genético de hospitalización por Covid-19.
Y aunque ambas investigaciones apuntan a la herencia genética neandertal que prevalece en los humanos modernos, se trata de genes distintos. Al respecto, el profesor Svante Pääbo, quien dirige la Unidad de Genómica Evolutiva Humana en OIST, destacó el hecho de que la respuesta inmune de un grupo de homínidos extinto influya de forma decisiva (para bien o para mal) en el curso de la pandemia contemporánea:
“Es bastante sorprendente que a pesar de que los neandertales se extinguieron hace unos 40.000 años, su sistema inmunológico todavía nos influye tanto de forma positiva como negativa”.