16 de septiembre del 2025.- Hoy se cumplen 215 años del inicio de la independencia de México, un aniversario que se vive con renovada emoción y significado. Más allá del festejo tradicional, este 16 de septiembre de 2025 trae consigo momentos históricos, simbolismos que hablan de transformación, así como reflexiones sobre el legado y los retos presentes y futuros de la nación.
Claudia Sheinbaum, primera mujer en la historia de México en asumir la presidencia, encabezó el Grito de Independencia desde el balcón del Palacio Nacional, marcando un punto de inflexión en una tradición centenaria que hasta ahora había sido protagonizada por mandatarios masculinos. Esa ceremonia, en el Zócalo de la Ciudad de México, reunió a miles de personas pese a la lluvia, reflejo del fervor patriótico que persiste.
El vestido morado que eligió la presidenta fue cargado de simbolismo: el color alude a la lucha feminista, y su elección sembró un mensaje claro sobre la visibilidad de las mujeres y su participación en los espacios de poder. Durante el Grito también se incluyeron “vivas” que hicieron honor a mujeres indígenas, heroínas históricas tanto reconocidas como anónimas, migrantes y al “pueblo de México” en su conjunto.
El desfile cívico-militar del 16 se realizó como cada año, una muestra de la disciplina institucional y el sentido del deber patriótico, pero en esta ocasión también con atención especial sobre quién encabeza la nación, qué se conmemora y cómo se actualizan los símbolos.
Aunque en varios municipios de estados fronterizos o con problemas de violencia se optó por cancelar las festividades del Grito por razones de seguridad, la mayoría de actos protocolarios se mantuvieron, confirmando que la conmemoración del 215 aniversario es a la vez un ritual de unidad y un espejo de los desafíos contemporáneos.
Este aniversario invita a mirar atrás con respeto: recordar a quienes iniciaron la lucha en 1810 no como figuras míticas aisladas, sino como personas reales, con contradicciones, con logros y fracasos; a reconocer la diversidad de voces que aportaron, y a entender que la independencia no fue un acto único, sino un proceso prolongado que culminó en 1821.
También obliga a pensar en el México de hoy: en la igualdad de género, en los derechos de los pueblos indígenas, en la migración internacional, en la justicia social, en la democracia, en la dignidad del ciudadano. Todos estos temas aparecieron explícitamente en las arengas del Grito de este año.
Si bien los festejos traen música, fuegos artificiales, fachada de alegría patriótica, lo verdaderamente duradero será cómo este aniversario aporte a fortalecer la conciencia colectiva, la memoria histórica, y el compromiso de construir un México más justo, libre, soberano, incluyente. Porque 215 años después, la independencia sigue siendo una causa viva.